Juzgan a dos
policías por “apretar” a un periodista
Seis años después, dos agentes de la Policía finalmente
se sentarán en el banquillo de los acusados por haber supuestamente cometido
los delitos de coacción, sustracción y adulteración de documentos públicos, y
privación ilegítima de la libertad en perjuicio del periodista Franco Farías.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 15 de enero de 2012, en la
ciudad de Jesús María.
Los acusados son los policías Germán Pereyra y Ricardo Presidente, quienes
comenzarán a ser juzgados esta semana por la Cámara 4ª del Crimen de Córdoba.
Se trata del mismo tribunal que, en marzo pasado, condenó al exjefe de
Policía de Córdoba Julio Suárez por el delito de coacción, tras haber amenazado
a un periodista.
Respecto al caso del periodista Farías, todo se originó luego de que él
filmó con su teléfono celular una golpiza por parte de policías contra un joven
en la Terminal de Ómnibus de Jesús María.
El comunicador fue trasladado a la comisaría, maltratado y obligado a
borrar el video.
Recién nueve horas después, fue liberado tras notificársele que su
detención se fundaba en un “estado de ebriedad” del que no hubo dosaje alguno.
Haber revelado su condición de periodista, en ese entonces tenía 21 años,
en lugar de mejorar su situación, la empeoró.
Siempre según la acusación, los policías Pereyra y Presidente –quienes
tenían rango de sargento– habrían encerrado al periodista en un cuarto, donde
lo habrían amedrentado y obligado a borrar la filmación de la golpiza.
Acto seguido, habrían pasado al joven a un calabozo, donde estuvo detenido
nueve horas sin posibilidad de avisar siquiera a la familia.
Lo que el joven comunicador hizo en la semana posterior a la detención fue
denunciar todo al Tribunal de Conducta Policial.
Tras hacerse públicos sus padecimientos, el entonces fiscal de Jesús María
Raúl Almeida instruyó la causa de oficio en un proceso que culminó con las
imputaciones que se ventilarán ahora.
Pese a no contar con la ayuda de ningún abogado durante estos seis años,
el periodista Farías logró que la causa saliera del olvido y finalmente
comiencen las audiencias en la Cámara 4ª del Crimen.
Que no vuelva a pasar
“Ese día pasó de todo en ese calabozo. Éramos como 30 detenidos. Los
policías revisaban los víveres en un patio interno y se guardaban los
cigarrillos, se quedaban con comida y se burlaban de los detenidos, era una
cosa espantosa”, recuerda el periodista oriundo de San José de la Dormida, que
tiene su propio medio y es corresponsal de algunas radios.
Lo que Farías había filmado era una de las “barridas” que la Policía venía
haciendo desde hacía años durante las madrugadas del Festival de Doma y
Folklore.
De hecho, en la acusación se indica que él y un amigo acababan de salir
del anfiteatro y se disponían a volver a sus pagos cuando ocurrieron los hechos
que derivaron en su detención y en el amedrentamiento.
La investigación nunca pudo dar con el policía de civil que los detuvo y
los condujo hasta la comisaría. En tanto, fue sobreseída la agente policial que
les notificó la detención.
Tampoco fue posible recuperar aquel video de la golpiza con los peritajes
posteriores que se le hicieron al teléfono.
“No pretendo que se haga justicia sólo por lo que me pasó a mí. Tuve
suerte de que me escucharon porque soy periodista, pero si hubiese sido un
pibito de gorrita y salía y contaba lo que viví, nadie le hubiese creído.
Tampoco se trata de malos policías ni de ovejas descarriadas, sino que actúan
como actúan porque responden a determinados lineamientos. Ojalá se haga justicia”,
concluyó Farías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario